Enero de 2009
Nueva Cork City
Nunca pensé que pasara esto. Ya habíamos decidido no pelear, mantener las cosas en paz. Dejar a los humanos vivir….pero Erik no piensa así. Sigue atrapado en su trauma de Auchwitz, y quiere destruir a la raza humana a cualquier costo para salvar a la raza mutante. Le he dado mil razones en el pasado, más alternativas, mas salidas. Pero sigue empedernido en que la única manera para sobrevivir, es el exterminio.
Ésta es la última carta que dejo, no piensen buscarme que no me encontrarán, y si lo hacen…ya estaré muerto.
No piensen que he huido de mis responsabilidades. Por el momento estaré buscando a Ángela Petrelli, he estado investigándola y me parece que tiene una compañía que podría ayudarnos en la batalla contra Magneto, si no vuelvo, es por que tal vez ya la encontré pero he llegado tarde.
Jean. Te dejo junto con esta carta la tarea de convencerla en que nos ayude, “La Compañía” como suelen llamar a su organización, es muy poderosa, si Magneto llegase a intervenir antes que tu, la raza humana y el mundo entero estará en grave peligro.
Da a los chicos de Ángela la educación y prevenciones que necesitan para poder controlar sus poderes como lo he hecho yo. Ellos como Jonathan, Katnerine y Kate en su momento, han de estar desorientados y si no se les llega a avisar de Erik, estarán metidos en un gran lío.
Estamos a prueba y tenemos miles de vidas en nuestras manos.
Hasta Siempre.
Charles Xavier
Pd: Tengan cuidado con quien tratan, ahora no podemos confiar en cualquier mutante.
Leí y releí. Xavier. Muerto. Esas palabras simple y sencillamente no cabían en mi cabeza, no juntas. Las lágrimas corrían a chorros por mis mejillas, cayendo algunas gotas sobre la carta de Charles. Metí la carta nuevamente en el sobre color marrón y la guardé en uno de los cajones de su escritorio. Mi maestro había arriesgado su vida para salvarnos a todos de un fin horrible. Ahora tenía que pagarle…teníamos que pagarle. Su última voluntad era buscar y encontrar a Ángela Petrelli, no tenía ni la mas mínima idea de donde se encontraría, ni quien era, o como lucía. Solo tenía como pista el nombre de su organización:“La Compañía”.
Salí de la oficina de Xavier cerrando la puerta tras de mi, mi tarea ahora era contactar a los que quedábamos como líderes de esta organización que hacíamos llamar los X-Men; Cíclope, Tormenta, Polaris, Wolverine, Kaos, Rogue, Gambito y Hombre de Hielo. Ahora con más razón debíamos doblar la vigilancia y mantenernos alertas a cualquier amenaza de Erik. No lo dejaríamos ganar…eso nunca.